El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación Saludable, una fecha dedicada a promover hábitos alimenticios que aporten los nutrientes esenciales para mantener una salud óptima. Adoptar una dieta equilibrada no solo ayuda a prevenir enfermedades crónicas, sino que también contribuye al bienestar físico y mental, mejorando nuestra calidad de vida. 

Características de una alimentación saludable:

  • Variedad: incluye una amplia variedad de alimentos de todos los grupos, teniendo en cuenta también variedad de texturas y sabores.
  • Equilibrio: proporciona los alimentos necesarios en cantidades adecuadas.
  • Frescura: prioriza alimentos frescos y de estación, minimizando los ultra procesados. 
  • Adaptabilidad: se debe adaptar a las necesidades individuales de cada persona teniendo en cuenta edad, sexo, actividad física, condicionantes de salud, etc. 

Beneficios de una alimentación saludable:

  • Mejora la salud cardiovascular.
  • Reduce el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles.
  • Ayuda a mantener un peso saludable.
  • Fortalece el sistema inmune.
  • Mejora la salud mental y el estado de ánimo.
  • Incrementa la esperanza de vida.

El concepto de alimentación saludable está representado por la gráfica de la alimentación diaria que fue diseñada especialmente para nuestro país. Es una guía para realizar de forma variada, equilibrada y armónica una alimentación completa. Representa, en proporción, las cantidades ideales de cada grupo alimentario que debemos consumir día a día. Destaca los siguientes grupos de alimentos: Frutas y verduras; Legumbres, cereales, papa, pan y pastas; Leche, yogur y queso; carnes y huevos; aceites, frutos secos y semillas; grasas y dulces como alternativa opcional; menos sal; más actividad física y agua.

Cuando hablamos de alimentación saludable es muy importante tener en cuenta la distribución de alimentos a lo largo del día. Es ideal elegir 4 momentos de comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena con el fin de reponer la energía que vamos perdiendo durante el día. Priorizar siempre frutas y verduras de estación, son más ricas, más frescas y más económicas. Por último, la alimentación debe ser segura, esto implica una correcta manipulación de alimentos y utensilios de cocina (evitando la contaminación cruzada), una adecuada conservación de los mismos y correcta higiene de manos.

Hay que ser conscientes de que una alimentación saludable es fundamental para nuestra salud y que con pequeños cambios podemos contribuir a realizar hábitos saludables. Para sostener un estilo de vida saludables en el tiempo, también es necesario un buen descanso y realizar actividad física regularmente.

MN 8954. Centro Médico Monserrat