Se refiere al engaño o engatusamiento de adultos hacia menores, a través de internet y con fines sexuales. En este caso, los adultos suelen esconderse detrás de uno o varios perfiles falsos, haciéndose pasar por un niño, niña o adolescente (dependiendo quien sea su víctima), buscando generar una relación de amistad y confianza con el otro. 

Es una manipulación deliberada y tiene consecuencias penales en Argentina, ya que suele ser el paso previo a delitos más complejos como por ejemplo: generar encuentros personales con el menor acosado con intenciones de cometer un abuso sexual físico, comercializar en redes de explotación sexual a un menor, prostitución infantil, etcétera.