

Con la llegada del otoño, la piel enfrenta nuevos desafíos debido al descenso de temperaturas, la menor radiación solar y los cambios en la humedad ambiental. Estos factores pueden debilitar la barrera cutánea y favorecer la aparición o el agravamiento de diversas afecciones dermatológicas.
Conocé a continuación las principales afecciones cutáneas que suelen manifestarse en esta época del año:
- Xerosis (piel seca): una de las condiciones más frecuentes en otoño. La baja humedad ambiental altera la barrera cutánea, favoreciendo la pérdida de agua y dificultando su retención. Como resultado, la piel se vuelve más frágil, con tendencia a la descamación y una sensación de tirantez.
- Dermatitis atópica: es una enfermedad crónica que afecta principalmente a niños, aunque también puede presentarse en adultos. En otoño, los factores climáticos y alergénicos pueden exacerbar los síntomas, debilitando aún más la función barrera de la piel y alterando su microbioma. Esto facilita la aparición de brotes inflamatorios, con lesiones eccematosas y pruriginosas, especialmente en los pliegues de codos y rodillas.
- Psoriasis: esta afección crónica afecta tanto la piel como las articulaciones y tiende a empeorar en otoño. La menor exposición a la radiación ultravioleta y las bajas temperaturas afectan la homeostasis cutánea, promoviendo la inflamación y la hiperproliferación de queratinocitos.
- Rosácea: se caracteriza por enrojecimiento facial, pápulas, pústulas y, en casos graves, engrosamiento de la piel y compromiso ocular. Los cambios bruscos de temperatura en otoño pueden agravar los síntomas y favorecer las exacerbaciones.
- Alergias estacionales: durante esta estación, aumentan los niveles de ácaros del polvo y polen, lo que puede provocar reacciones cutáneas como urticaria o dermatitis alérgica de contacto, manifestándose con enrojecimiento, inflamación y prurito.
- Dermatitis seborreica: los cambios de temperatura y humedad pueden alterar la actividad de las glándulas sebáceas y favorecer el crecimiento de Malassezia, un hongo involucrado en esta afección. Como resultado, pueden aparecer escamas gruesas, enrojecimiento y picazón, principalmente en el cuero cabelludo, cejas, surcos nasogenianos y pabellones auriculares.
¿Cómo podés cuidar tu piel en otoño?
- Hidratación constante: aplicar cremas emolientes inmediatamente después de la ducha, cuando la piel aún está húmeda, te ayudará a retener la humedad y reforzar la barrera cutánea. La elección del producto dependerá del tipo de piel y antecedentes de enfermedades dermatológicas.
- Limpiadores suaves: optá por productos cremosos y respetuosos con el pH de la piel, evitando aquellos que puedan aumentar la sequedad.
- Protección solar diaria: aunque la radiación solar es menos intensa en otoño, es fundamental que apliques protector solar de al menos SPF 30 de amplio espectro (UVA y UVB) todas las mañanas y que lo reapliques cada dos horas si permaneces al aire libre.
- Evitá cambios bruscos de temperatura: pasar de un ambiente frío a un espacio calefaccionado puede irritar la piel y desencadenar brotes. Mantené una temperatura estable en tu hogar y utilizá humidificadores para contrarrestar la sequedad ambiental.
- Cuidado del cuero cabelludo: para prevenir la sequedad y la dermatitis seborreica, se recomienda el uso de productos específicos que contengan piritiona de zinc, ácido salicílico o ketoconazol.
- Ropa adecuada: las prendas de lana o sintéticas pueden irritar la piel y provocar brotes de dermatitis. Optá por materiales suaves como el algodón y protegé las zonas expuestas con guantes y bálsamos labiales.
- Consulta dermatológica regular: para quienes padecen afecciones cutáneas crónicas como psoriasis, rosácea o dermatitis atópica, es fundamental acudir al dermatólogo para ajustar los tratamientos según la temporada y evaluar la necesidad de terapias tópicas o sistémicas.
El cuidado adecuado de la piel en otoño es clave para prevenir y controlar afecciones dermatológicas. Mantener una rutina de hidratación, evitar factores irritantes y consultar a un especialista permitirá preservar la salud cutánea durante el cambio de estación.
Dermatóloga MN 54568 Centro Médico Monserrat