Las personas somos seres bio-psico-sociales. Por eso, en odontología debemos tener en cuenta que, para prevenir enfermedades bucodentales, es necesario (además de hacer hincapié en pautas y medidas de cuidado) considerar sus características biológicas en general. Se deben realizar interconsultas o derivaciones necesarias con médicos clínicos, pediatras, psicólogos, nutricionistas,
fonoaudiólogos, otorrinolaringólogos, entre otros.

Tanto en odontopediatra como en adultos y adultos mayores, para tener una boca sana, prevenir caries como también enfermedades en encías y hueso, hay 3 pilares fundamentales:

En cada etapa de la vida, las medidas de higiene, los elementos y los controles pueden variar. A continuación, se presenta una breve reseña:

Embarazo: Es crucial realizar controles durante el primer trimestre para evaluar el estado de la persona gestante y prevenir infecciones, dolor dental o afecciones en las encías debido al aumento de riesgo de gingivitis asociado a los cambios hormonales.
El segundo trimestre es ideal para procedimientos odontológicos necesarios, como limpiezas, con interconsultas pertinentes con el médico obstetra.
Durante el último trimestre, se deben realizar consultas preventivas, e incorporar pastas dentales y enjuagues con flúor adecuados según las necesidades de cada paciente.

Odontopediatría: Se sugiere la primera consulta durante el último trimestre de embarazo para orientar a los tutores sobre la prevención desde el nacimiento.
La lactancia materna exclusiva protege contra caries y malposiciones dentales o de la lengua. La alimentación complementaria debe evitar el azúcar hasta los 2 años y los alimentos ultra procesados.
La higiene bucal debe iniciarse al erupcionar el primer diente con cepillo dental y pasta dental con flúor (1000 ppm o más). Las cantidades de pasta dental se ajustan según la edad y el número de piezas dentales. Se debe iniciar el uso de hilo dental cuando las piezas dentales estén más avanzadas y haya poco espacio entre ellas.

Los controles deben ser semestrales en niños sanos y cada 3 meses en casos de alto riesgo, evaluando también aspectos como la posición lingual, la respiración y el desarrollo maxilar.

Adultos y Adultos Mayores: Los controles deben realizarse cada 3 o 6 meses, con limpiezas periodontales semestrales, adaptadas según las necesidades individuales del paciente. Las principales enfermedades que afectan a este grupo son la enfermedad periodontal y la caries dental.


Consejos para prevenir caries y enfermedades periodontales

  • Utilizar pastas dentales con flúor igual o superior a 1000 ppm.
  • Incorporar pastas según la necesidad, por ejemplo, para sensibilidad dental o para encías con predisposición a la gingivitis.
  • Elegir cepillos de cerdas blandas a medias, evitando los cepillos dentales duros que pueden dañar las encías y causar retracción.
  • Utilizar hilo dental por la noche para limpiar los espacios interdentales y prevenir caries entre los dientes o muelas, que pueden ser difíciles de diagnosticar.
  • Usar los cepillos interdentales por la noche, después del último cepillado, especialmente para aquellos con espacios interdentales amplios o áreas difíciles de limpiar.
  • Complementar con enjuagues dentales sugeridos por el odontólogo, según la necesidad y la patología a tratar, ya que algunos productos de uso comercial sin indicaciones específicas pueden resultar perjudiciales.
  • En caso de tener implantes dentales y prótesis removibles, consultar tanto con un odontólogo general como con un especialista en prótesis e implantes para controlar la adaptación de dichos elementos y realizar los ajustes o recambios necesarios, para no dañar las piezas dentales sanas que pueden servir de soporte para estas prótesis.

La prevención debería ser el aspecto más trascendente de nuestra especialidad

René Favaloro – 1999

Odontóloga General - Odontopediatria - Ortopedia de los Maxilares MN: 35801 MP: 80670