Abrigar al bebé en invierno es fundamental, pero no debemos excedernos para no correr el riesgo de que su cuerpo pueda llegar a tener febrícula (por encima de los 37+).

Muchos padres tienden a abrigar a sus bebés como esquimales (buzo, manoplas, bufanda, saco para la silla, plástico para la lluvia, aunque no llueva), y no tienen la posibilidad de protestar porque lo harían.

Las mantas de lana polar, están hechas a base de plástico que no transpira, por lo tanto, el bebé puede sudar en exceso, sobrecalentarse o incluso enfriarse ya que el sudor no se evapora y los mantiene mojados. Los materiales polares, además de subir la temperatura del cuerpo, pueden llegar a provocar enfermedades respiratorias ya que retienen la humedad del aire y prolongan el contacto del niño con esa humedad.

El termostato de los niños es como el nuestro, sienten lo mismo que nosotros, frío o calor. No son más sensibles al frío porque son más inquietos y movedizos y entran más rápido en calor. Aquí debemos utilizar nuestro sentido común. Los bebés de menos de un mes regulan peor la temperatura, y sí se hace necesario aplicar la regla de “una capa más que los adultos”. Si va en cochecito en días fríos, hay que valorar la ropa que lleva y de acuerdo a eso, colocar una manta y si es necesario eliminar capas de ropa. Si, por el contrario, cargamos a nuestro bebé a upa, es importante recordar que recibirá nuestro calor en las partes que están en contacto con nuestro cuerpo para no abrigarlos en exceso y sí ocuparnos de las que lleva al aire.

Tips para abrigar a un recién nacido

Una prenda más

Hasta los tres meses les cuesta regular la temperatura corporal y pierden calor fácilmente, ya que tienen poca grasa y se mueven poco. Evitar los cambios bruscos de temperatura. Por eso, pensar con anticipación qué actividad van a realizar para organizar el abrigo. Lo mejor es que lleve varias capas delgadas que pocas gruesas.

Por eso, como regla general el mejor consejo es que tu bebé recién nacido siempre deba llevar una prenda más de ropa que la que vos llevarías.

Tipos de tejido

La ropa debe ser holgada y de algodón, ya que lo dejan transpirar, absorber el sudor y no provocan alergias. La ropa de lana no debería estar en contacto directo con su piel, ya que pueden irritarla, e incluso inhalar parte de la lama por su pequeña nariz. Muy importante es quitar todas las etiquetas para evitar el roce y las molestias.

La temperatura de la casa

Es el lugar donde el niño se tiene que sentir a gusto y protegido. La temperatura ideal en el hogar es entre 20º y 22º y, si es necesario, ventilar bien todas las mañanas para renovar el aire. Además, el calor de la calefacción reseca las fosas nasales del bebé, lo que podría dificultar su función protectora ante los microorganismos. Por esto, es conveniente que humedezcan un poco el ambiente colocando, por ejemplo, recipientes de cerámica con agua encima de algunos radiadores.

Reconocer si tiene frío o calor

Si tiene dudas si está abrigado o no, tocándole el cuello o la espaldita por debajo de la ropa es posible percibir su temperatura y comprobar si está sudado, y en ese caso cambiarlo inmediatamente. Las manos y los pies no son un buen parámetro para detectar si tienen frío o calor, porque, sobre todo en los bebés más chiquitos, suelen estar fríos siempre, porque todavía no regulan la temperatura corporal. El mejor termómetro que tenemos para nuestro recién nacido es tocarle la nariz.

Debemos encontrar el justo equilibrio para que no tengan ni frío ni calor excesivos.




Pediatra. CM Monserrat.