A orillas del océano Atlántico y atravesada por el río Quequén Grande, en el sudeste bonaerense, Necochea invita a descubrir uno de los destinos más destacados de la costa argentina. Sus más de 60 kilómetros de playas, un puerto en constante movimiento y una variada oferta gastronómica la convierten en una ciudad vibrante, ideal para quienes buscan combinar playas, naturaleza, historia y sabores.

Naturaleza y aire libre

El gran atractivo de la ciudad son sus playas, anchas y extensas, que permiten tanto el descanso en familia como la práctica de deportes náuticos. Muy cerca se levanta el Parque Miguel Lillo, un pinar de 640 hectáreas que funciona como pulmón verde y espacio recreativo para caminatas, paseos en bicicleta y actividades al aire libre.

Enmarcado por la playa y el Parque Miguel Lillo se encuentra el Lago de los Cisnes, donde se pueden apreciar distintos tipos de aves acuáticas. También cuenta con una granja ecológica con diferentes especies y una zona de juegos infantiles y tirolesa.

Otro punto de interés es el Faro Quequén, inaugurado en 1921, desde cuya cima se obtiene una de las mejores panorámicas de la región. El río Quequén Grande, en tanto, se suma a la propuesta con actividades como kayak, pesca deportiva y excursiones embarcadas. 

Patrimonio y cultura

El Puerto Quequén, constituye un patrimonio vivo: es un motor económico y también escenario de relatos sobre la inmigración europea, la exportación agrícola y la vida marítima.

Museos como el Histórico Regional ubicado en el Parque Miguel Lillo, que conserva piezas arqueológicas, documentos y objetos que narran la vida de los primeros pobladores y el desarrollo urbano. Y el de Ciencias Naturales que acerca al visitante a la biodiversidad de la región con colecciones de fauna, flora y minerales. Ambos permiten acercarse a la identidad local desde distintas miradas.

Gastronomía

En la gastronomía de Necochea conviven la tradición marítima y la rural. No faltan platos a base de corvina, pejerrey y rabas frescas, así como carnes asadas en parrillas y estancias de la zona. 

La influencia italiana y española también se percibe en la mesa necochense. Pastas caseras son un clásico de bodegones y restaurantes familiares, mientras que la pizza a la piedra y las tapas ibéricas completan la propuesta.

En los últimos años, Necochea vivió un auge cervecero. Fábricas locales y bares temáticos ofrecen estilos IPA, honey o stout. Esta movida renovó la vida nocturna de la ciudad y sumó un atractivo extra al turismo joven. 

Las confiterías de larga trayectoria suman dulces y pastelería, mientras que ferias y mercados ofrecen quesos, miel y otros productos regionales para llevar.

Presencia creciente de ballenas, nuevo atractivo turístico

En los últimos años la Ballena Franca Austral visitó regularmente la costa de Necochea, lo que impulsó a autoridades y comunidades locales a promover el avistaje como un atractivo natural y sostenible.

Una ventaja clave es que las ballenas pueden observarse desde tierra firme, lo que lo hace una experiencia muy accesible para turistas y vecinos. Se registraron avistajes en lugares como la escollera y Quequén que muestran ballenas francas australes nadando ágilmente cerca de kayaks y embarcaciones pequeñas, generando un verdadero espectáculo natural.

Un destino para todo el año

Si bien el verano concentra la mayor cantidad de visitantes, Necochea despliega atractivos más allá de la temporada estival. Playas, naturaleza, historia y sabores convierten a la ciudad en una opción vigente durante todo el calendario, con la ventaja de estar a solo 500 kilómetros de Buenos Aires.