

Cada 10 de septiembre, en el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, OSPOCE se suma a los esfuerzos globales para abrir el diálogo sobre el suicidio, buscando eliminar prejuicios y promover una cultura de comprensión y apoyo.
Señales de alerta
Aunque suele creerse que las personas que piensan en quitarse la vida no lo expresan, en muchos casos sí aparecen señales previas que conviene reconocer:
- Aislamiento o retraimiento.
- Pérdida de interés y motivación.
- Sensación de estar atrapado en una situación intolerable.
- Llanto frecuente o angustia persistente.
- Desesperanza e ideas negativas recurrentes.
- Alteraciones en el sueño o en la alimentación.
- Conductas de riesgo o imprudentes.
- Cambios bruscos de ánimo o de conducta.
- Resolución repentina de asuntos pendientes.
¿Cómo acompañar?
Si conocés a alguien que presenta estas señales:
- No la dejes sola: acompañala a buscar ayuda profesional o al hospital más cercano.
- Evitá los prejuicios: escuchá sin juzgar. El suicidio no puede definirse como “bueno” o “malo”; es una situación de sufrimiento.
- Mostrá empatía y respeto: no minimices lo que siente ni intentes dar soluciones rápidas. Escuchá, validá y ayudá a explorar opciones de ayuda.
- Acercate con interés genuino: crear espacios de confianza puede aliviar su angustia.
- Cuidá tu propia salud mental: acompañar también requiere cuidar de vos mismo.
Si vos mismo estás experimentando estas señales de alarma, garantizá tu seguridad con las siguientes acciones:
- Hablá abiertamente con alguien de confianza o con las líneas de atención en salud mental.
- Construí una red de apoyo con familiares, amigos o voluntarios capacitados para acompañar.
- Restringí el acceso a objetos de riesgo y pedí ayuda para hacerlo si lo necesitás.
- Buscá ayuda profesional: un especialista puede ayudarte a comprender el origen de tus pensamientos y brindarte herramientas para superarlos.
📞 0800 999 0091
Línea Nacional y Gratuita de Salud Mental
📞 0800 345 1435
Asistencia al Suicida
En este día de concientización, recordamos que abrir la conversación puede cambiar una historia. Compartir esta información es una manera de acompañar y prevenir.