

Cada 7 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul, una jornada establecida con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia de mejorar la calidad del aire que respiramos y reducir la contaminación atmosférica a nivel global.
Este problema ambiental no solo tiene un impacto directo sobre la salud humana, sino que también influye en el cambio climático y representa un desafío que trasciende fronteras. La contaminación del aire es responsable de millones de muertes en el mundo cada año, lo que la convierte en una de las principales amenazas para la salud pública. A su vez, sus efectos en el clima agravan fenómenos meteorológicos extremos, afectando ecosistemas y comunidades enteras.
Ante este panorama, es fundamental que cada persona tome un rol activo. Adoptar hábitos más sostenibles puede marcar la diferencia. Elegir medios de transporte menos contaminantes, como el transporte público, la bicicleta o simplemente caminar, ayuda a reducir las emisiones. También es clave cuidar los recursos naturales, como la energía y el agua, y fomentar prácticas responsables como el reciclaje y la reutilización de materiales. Difundir esta información entre amigos, familiares y comunidades es otra forma concreta de colaborar.
En línea con este compromiso, pocos días después, el 22 de septiembre, se celebra el Día Mundial Sin Automóvil, una iniciativa establecida oficialmente en 1999. Esta fecha busca promover alternativas de movilidad sustentable y reducir el uso excesivo del automóvil en las ciudades, contribuyendo así a disminuir la congestión vehicular y, sobre todo, la contaminación del aire.
Respirá profundo, actuá con conciencia.
Unamos esfuerzos por un cielo azul y un aire limpio para todos.