Cada 15 de agosto se celebra el Día Mundial de la Relajación, una fecha pensada para recordarnos la importancia de frenar, bajar el ritmo y reducir el estrés en nuestra vida cotidiana. En los últimos años, esta jornada ganó fuerza como una manera de concientizar sobre los beneficios que la relajación aporta a la salud mental y física.

Dedicar tiempo a relajarse no es un lujo, es una necesidad. Practicarlo de manera habitual puede reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la calidad del sueño, ayudar a prevenir enfermedades como la hipertensión y la diabetes y favorecer el reordenamiento de funciones y procesos biológicos esenciales del organismo.

Las opciones para lograrlo son variadas. Entre las técnicas más recomendadas se encuentran la respiración profunda, la meditación, la relajación muscular progresiva y la visualización. También la fitoterapia aporta sus aliados naturales: infusiones de valeriana, tilo y pasionaria que ayudan a calmar la mente y preparar el cuerpo para el descanso.

El contacto con la naturaleza es otro recurso invaluable. Las caminatas entre pinos, junto al océano o en zonas de montaña permiten conectar con el entorno, oxigenar el cuerpo y despejar la mente.

Relajar la mente, calmar el alma y dejar que la paz nos envuelva no debería ser una excepción, sino un hábito. En este Día Mundial de la Relajación, regalate un momento para vos: respirá, soltá las tensiones y permitite renacer.