Por mucho tiempo fue el secreto turístico mejor guardado de nuestro país, por suerte ahora abre sus puertas para que podamos conocer sus inigualables paisajes, su riqueza cultural y sus arraigadas tradiciones.
Sus visitas más emblemáticas son:
La Cuesta del Portezuelo. Una de las rutas más bellas de nuestro país, con vistas panorámicas espectaculares de los valles y las montañas y de la flora y la fauna autóctona.
Los amantes de la fauna están de parabienes recorriendo el Parque Nacional Laguna Blanca: Este parque protege una de las reservas más importantes de vicuñas y es muy recomendable para los amantes del avistamiento de aves. Además, cuenta con un paisaje desértico y formaciones geológicas impresionantes.
Otro punto importante rodeado de un espectacular paisaje montañoso, son las termas de Fiambalá. Ellas ofrecen baños termales para relajarse y disfrutar de su agua pura y mineral.
Las mismas están ubicadas pocos km de la localidad de Fiambalá, dentro de esta localidad se encuentra el paso San Francisco una ruta internacional que conecta a Argentina con Chile.
Este camino asciende por la Cordillera de los Andes, pasando por paisajes imponentes y casi desérticos, con montañas nevadas, volcanes y lagunas altiplánicas. Es un destino ideal para los aventureros del trekking y el montañismo. En él se encuentra el Volcán Ojos del Salado, el volcán activo más alto del mundo.
Otro volcán que posee la provincia es el Volcán Antofagasta, que es un volcán inactivo, cerca de él se encuentra el Campo de Piedra Pómez, creado por erupciones volcánicas y compuesto por piedras pómez de diferentes colores formando otro paisaje inigualable.
Otra de sus rutas emblemáticas es la Ruta del Adobe. Este recorrido histórico y cultural permite conocer antiguas construcciones de la época colonial hechas de adobe. Se destacan La Iglesia de San Pedro, La Iglesia La Candelaria y la casa de la Cultura. Esta ruta es especie de viaje al pasado colonial. Pero si queremos conectarnos con la tradición ancestral viva de la región debemos conocer Belén.
Belén es conocida como la “Cuna del Poncho”, por su producción de textiles artesanales de lana. Los talleres donde se confeccionan los famosos ponchos catamarqueños se pueden visitar.
La provincia de Catamarca está muy arraigada a la producción del Poncho, de hecho, una de sus festividades más importantes es la Fiesta Nacional del Poncho. La misma se celebra en La Capital en el mes de julio. Es uno de los eventos más importantes del país en cuanto a cultura y tradición.
Durante la Fiesta del Poncho, los pueblos de la Puna, como Antofagasta de la Sierra, El Peñón, y Barranca Larga, entre otros, participan exhibiendo sus artesanías. Sus habitantes son expertos en la confección de productos hechos a mano con materiales naturales, como lana de vicuña, llama y alpaca, lo cual aporta una enorme riqueza a la exposición de textiles y productos tradicionales en el marco de la fiesta.
La Puna catamarqueña ofrece paisajes únicos, donde se encuentran pequeños pueblos con rica historia, como Antofagasta de la Sierra, ideal para quienes buscan aventura en un entorno natural casi intacto.
Cada una de estas actividades te permitirá sumergirte en la belleza natural de Catamarca y descubrir su historia y cultura.
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