Desde hace unos años, las terrazas verdes están dejando de ser sólo una opción estética.
Desde el punto de vista ambiental, las cubiertas verdes son todo un beneficio. No sólo porque purifican el aire, sino que también producen oxígeno y absorben el dióxido de carbono, ayudando a reducir el calentamiento global.
Otra interesante ventaja que tienen este tipo de proyectos, es que actúan como reguladoras de temperatura (mantienen los espacios frescos en épocas de calor y conservan el calor en los días más fríos) ahorrando energía y reduciendo directamente los costos de calefacción y refrigeración que últimamente están más caros que nunca.
En las grandes ciudades se genera el llamado efecto «Isla de Calor«. Lo que ocurre es que estas enormes aglomeraciones de asfalto y hormigón absorben calor durante el día, pero no logran disiparlo durante las horas de la noche.
Por esta razón, la generación de cubiertas verdes sobre la edificación urbana es una medida de gran utilidad para disminuir esta problemática.
Esto es así, ya que los espacios verdes como los cursos de agua, transforman a través de sus respectivos procesos de fotosíntesis y evaporación, la energía solar.

¿En qué nos benefician los techos verdes?

Desde el punto de vista ambiental