Con la llegada de la primavera, comienzan a subir las temperaturas y aparecen las primeras lluvias. Este cambio de clima reactiva al mosquito Aedes aegypti, principal transmisor del dengue, zika y chikungunya. Aunque muchas personas asocian estas enfermedades con el verano, es ahora cuando debemos intensificar la prevención, porque los huevos del mosquito pueden sobrevivir durante el invierno y desarrollarse apenas encuentran agua acumulada.

Por eso, es fundamental eliminar todos los posibles criaderos, tanto en el interior como en el exterior de los hogares: botellas, floreros, baldes, palanganas, bebederos de animales, tanques sin tapa, porta macetas, lonas o bolsas arrugadas. Si no acumulan agua, no hay mosquitos.

También es importante estar atentos a los síntomas del dengue: fiebre alta (sin resfrío), dolor de cabeza —especialmente detrás de los ojos—, dolores musculares o articulares, sangrado de encías o nariz, y dolor abdominal. Ante cualquiera de estos signos, consultá de inmediato al centro de salud más cercano y no tomes aspirinas ni ibuprofeno, ya que estos medicamentos pueden agravar el cuadro.

¿Qué podemos hacer en casa para mantener alejados a los mosquitos?

Además de usar repelentes comerciales, existen alternativas naturales y efectivas que podemos incorporar en nuestro día a día. Algunas plantas no solo actúan como repelentes, sino que también aportan color y aroma a balcones, patios o jardines.

Entre las opciones más recomendadas se encuentran la lavanda, una planta de fácil cultivo que aporta un perfume agradable para las personas, pero resulta molesto para los mosquitos; la citronela, ampliamente reconocida por su eficacia como repelente natural; la menta, que además de ahuyentar insectos, puede utilizarse en infusión para aliviar las picaduras; y la caléndula, cuya flor amarillenta desprende un aroma que incomoda a los mosquitos y ayuda a mantenerlos alejados.

Con pequeños cambios y hábitos cotidianos, podemos hacer de nuestros hogares espacios más seguros y saludables.

Prevenir está en nuestras manos.